Una de las grandes recomendaciones para lograr un país de primer nivel de desarrollo, está relacionada con la “generación de valor”, una frase que si bien está trillada merece toda la atención y concentración para que el país no se quede solo en la exportación de productos primarios.
Evidenciando las ventajas comparativas y competitivas que Colombia ha venido desarrollando en el sector energético, se logra hace más de dos décadas, no solamente salir de una crisis energé- tica que tal vez muchos recuerdan como la época del apagón en el Gobierno de César Gaviria, a pasar ser hoy en día un país que exporta energía y que dentro de sus sectores de alto potencial evidencia ser uno de los promisorios en el mediano plazo. Tal como lo tiene contemplado el programa de transformación productiva (PTP) del Ministerio de Comercio Industria y Turismo, el sector de energía eléctrica es de los pocos que desde sus inicios cuando fue identificado su potencial, se estructuró como un clúster y ello hace que las estrategias para mejorar su competitividad y productividad sean mucho mas integrales y con visión de largo plazo.
Sectores destacados
Desde su conceptualización estratégica, este sector está compuesto por tres grandes subsectores, todos con un potencial enorme. El primero es el de producción, distribución y comercialización de energía eléctrica, donde sin duda están grandes jugadores locales y extranjeros, con inversiones multimillonarias y apuestas a largo plazo. Aunque sin duda no es el sector donde las Pyme pueden desarrollar su potencial, sí se trata de un sub sector clave para jalonar la cadena o el clúster. El segundo está focalizado en las empresas fabricantes de bienes o insumos para la industria y el consumo de energía, donde se encuentra la producción de cables, transformadores, tableros, electromecánica, metalmecánica para la industria eléctrica e incluso motores para ser utilizados por la misma industria, pero también todos estos insumos propios del consumidor en general, ya que se trata de una necesidad propia de hogares, industria, comercio y servicios.
Y el tercero de los subsectores asociados está orientado a los servicios, donde la competitividad de la ingeniería y en general todo lo que tiene que ver con consultoría en este sector viene ganando espacios y experiencia, incluso mediante la apropiación del know – how (conocimiento) de grandes multinacionales que vinieron a invertir en este sector en Colombia hace muchos años. Al mirar en detalle estos últimos dos subsectores, la participación de las Pyme en ellos es muy importante y permite demostrar cómo un adecuado encadenamiento entre grandes, medianos y pequeños empresarios, es el camino más apto para el beneficio de todos.
Cifras generales de exportación
Los análisis conjuntos de todo el sector de energía eléctrica muestran cifras de exportación para 2013 cercanas a 420 millones de dólares, de las cuales 25 % representan exportación de energía en sí misma y el restante 75 % está focalizado en los sub sectores de bienes y servicios conexos, lo que sin duda motiva a las empresas de estos rubros a mantenerse e incrementar su presencia internacional.
Los mercados naturales de estas exportaciones están focalizados principalmente en los denominados “mercados naturales” representados en Venezuela, Ecuador y Perú. Sin embargo, se evidencia una mejora importante en las exportaciones a Chile y desde la entrada en vigencia del TLC con Estados Unidos, estos productos y servicios vienen incrementando a ritmos muy superiores a los que crecen las exportaciones tradicionales a esos mercados. El caso de Chile se debe resaltar, en la medida que este país también ha sido relevante no solo como receptor de exportaciones asociadas a este sector, sino que también ha sido protagonista importante en los temas de inversión extranjera en Colombia en varios sectores, pero especialmente en el primer subsector mencionado de la producción, distribución y comercialización.
Retos y estrategias
Recientemente el PTP, como programa encargado de coordinar y apoyar las estrategias de competitividad y productividad de los sectores seleccionados y que hoy está bajo la dirección de Camilo Montes, publicó recientemente un estudio sobre la competitividad de la cadena de prestación del servicio de energía eléctrica, donde pretendió identificar con todos los gremios representativos del sector, cuáles son las acciones y estrategias que se deberían tomar en adelante para lograr la competitividad exportadora. Este estudio fue motivado por el incremento de los precios internos de la energía, que sin duda restan competitividad a los demás sectores de la economía y a la capacidad adquisitiva de todos los colombianos, sin que el control de precios sea necesariamente la solución por lo maligna que este tipo de medidas puede ser al no evidenciar los niveles de competencia deseados.
Las recomendaciones del estudio dicen que se generará una experiencia importante en los temas relacionados con el mercado de contratos de largo plazo de energía, mejorando lo existente, lo que sin duda dará mayor transparencia al precio y competitividad a las industrias consumidores de energía y por su puesto a las exportadoras. Sugiere también de ajustes moderados en los sobrecostos, evitando asustar a los inversionistas. Estos cambios que se esperan para mejorar la competitividad del primer subsector, sin duda lo harán más competitivo y permitirán potencializar su futuro no solo basado en su consumo interno a altos precios, sino en moderar y reducir el costo de la energía interna y compensar los ingresos con exportaciones competitivas de energía. Es importante resaltar que al final de los ciclos productivos toda industria exportadora consume energía y por lo tanto este es un sector que se puede denominar como exportador indirecto y se le debe apoyar en su competitividad. Con relación a los bienes y servicios conexos, se evidencia que el plan estratégico a 2032 para mejorar la competitividad, tuvo que ser revisado y actualizado (como todos los planes de acción), para adecuarlo a la nueva realidad y condiciones de este sector.
Las primeras conclusiones del plan de acción es que las empresas participantes en el sector de bienes y servicios conexos han identificado a Chile, Perú, Ecuador, Panamá y México como los mercados potenciales para apuntar sus estrategias exportadoras. La estrategia de aproximación a esos mercados está orientada bajo parámetros asociados a las inversiones en infraestructura que se pretenden, así como al tamaño del mercado que representa cada uno de estos países. En este sentido, al existir niveles de inversión importantes y nuevas, la demanda de estudios y diseños, construcción civil, montajes electromagnéticos e incluso interventorías, es una oportunidad que se debe aprovechar. Sin embargo y para finalizar, es importante resaltar que el sector de servicios de ingeniería se ve enfrentado a tres grandes retos identificados y que deberán ser la prioridad para mitigación:
- Las empresas tienen poca participación en el diseño y construcción de generación NO hidráulica.
- Los grandes proyectos de generación hidráulica o térmica al ser liderados por grandes consorcios con participación internacional, no permite la experiencia de medianos y pequeños.
- La falta de capacidad logística y financiera no le permite a peque- ños participar en las nuevos macro proyectos.
Se espera que con la nueva regulación relacionada con auto generación de energía donde se permitirá la construcción de pequeños formatos de generación las Pyme del sector encuentren su nicho y se desarrollen a fondo para luego exportar el modelo